A veces, nos hacemos daño a nosotros mismos, para no causarles un daño mayor en el futuro a las personas que más queremos. Nos sabemos sin nos equivocaremos, o si era lo indicado, pero la hacemos, corremos ese riesgo, para que esa persona esté bien, lo peor, es que esa persona casi nunca entiende nuestro sacrificio.
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