jueves, 9 de enero de 2014

Pase lo que pase, no pierdas la sonrisa.


Los recuerdos hacen más daño que la ausencia.

Cuando eres adolescente crees haber encontrado al amor de tu vida, ese con quien aprendes a besar, a querer, a valorar, a reír, a llorar, aprendes a amar, aprendes tantas cosas, pero lo malo es cuando tienes que aprender a olvidar...Todo iba bien y de pronto por una u otra razón, tu corazón está echo pedazos, tienes dieciséis y ya conoces el dolor, la decepción, la desilusión.  Lo que creíste que iba a ser la mejor etapa de tu vida se convierte en un tormento, a esa persona que amaste, ahora crees odiarla. ¿Qué ha pasado? Las mariposas se volvieron en dolor de estómago, las sonrisas se vuelven lágrimas y los mensajes de buenas noches en insomnio. No estás sola, pero no ves a nadie contigo, a la única persona que quieres ahí, se ha ido, ya no está y no va a volver, te aferras a él y estás tan cegada que no te das cuenta de que nada va a servir...Pasan los días, los meses, y ahora ya eres capaz de fingir una sonrisa, de hacer como si nada pasara, pero sabes que en cuanto estés sola, los recuerdos van a bombardearte y vas a terminar sin fuerzas, llorando en tu cama, abrazando ese peluche que aún tiene su olor, contemplando la primera foto juntos que guardabas bajo la almohada, rota en dos por un arranque de coraje, y una cinta uniéndola con un aire de nostalgia. Maldices haberlo conocido, maldices cada momento juntos, cada sentimiento, cada mirada y cada mínima cosa que forma parte de su historia, los maldices pero sabes que en el fondo nunca vas a dejar de amar cada pequeño detalle. Es una guerra entre tu mente y tu corazón, un día lo odias, un día lo extrañas y al otro lo amas, parece ser un ciclo sin fin. Una y mil preguntas rondan tu cabeza a cada momento, preguntas que no puedes responder. Te niegas a seguir adelante, ''yo lo voy a esperar, algún día va a volver'' te repites una y otra vez, te lo has repetido tanto tiempo que ya te resulta difícil creértelo pero algo adentro de ti te pide no darte por vencida. Se han ido muchas oportunidades, pero ellos no son él, nadie es él. ¿Cómo harás para seguir adelante si en cada oportunidad que tienes buscas algo de él? Te niegas a escribir una nueva historia por esperar un continuará que tal vez nunca llegue. Pasa el tiempo, has querido de nuevo pero sabes que nunca vas a amar a alguien como lo amaste a él, has logrado ser feliz pero cada fecha importante te recuerda a él. No lo has olvidado, simplemente has aprendido a vivir sin él.

Tustextos,AFJ.