viernes, 22 de agosto de 2014

Para ti.

Las palabras son inútiles, tercas, retorcidas como tornillos que no entran rectos. 
Y me cansan. 
Pero son lo único que tengo.
Para expresar lo que siento.
Y mis palabras me delatan, y me declaro culpable, por amarte de esta forma.
Enloquecida y desenfrenada.

Soy una loca más, una drogada que vive a base de pastillas y decepciones.
Que intentaba sonreír y aparentar que todo iba bien.
Y llegaste tú, como agua en el desierto, para salvar lo poco que quedaba, y darle vida.

Gracias.
Es gracias porque contigo no han habido lágrimas sin sonrisa y eso a día de hoy es un privilegio.
Es un privilegio eso de no arrepentirse de nada.

Viniste con el corazón abierto, dispuesto a amar lo destruido, sabiendo todo el panorama.
Siempre me ha dado rabia todo lo que confío en ti desde el minuto cero, rabia y miedo, por ser yo, que llevaba desconfiando más tiempo del que puedo recordar.
Una desconfianza inútil, porque tampoco me salvó.

Por eso siempre me llamaste la atención, por arriesgarte y amarme a mí, habiendo tantas opciones dispuestas a darte más de lo que quizás yo, te puedo dar.
Has echo de cada herida una cicatriz, y de cada cicatriz un recuerdo bonito que ya poco tiene que ver con la herida.

Y puedo decir que tengo más de 3.000 fotografías a tu lado, 
fotos que demuestran nuestro amor, 
y que siempre quedarán ahí, 
aquí,
como recuerdos de un amor sincero y verdadero.

Y algún día tu nombre quedará plasmado en mi piel, y le contaremos nuestra historia a nuestros hijos y nietos, no creo que sea precipitado, ya que el tiempo vuela y me puedo morir cualquier día,
así que por si acaso,
quiero hacerte saber, 
con palabras, 
que eres el amor de mi vida.





jueves, 12 de junio de 2014

A veces es ahora o nunca, pierdes menos si te arriesgas.

En la habitación todo era silencio, más los sollozos de una chica diciendo “no puede ser” rompían de vez en cuando el completo silencio. En su mano reposaba el teléfono con un mensaje en la pantalla, “Lo siento, no puedo seguir mintiéndote, ya no te quiero, no podemos seguir juntos”. La chica sollozaba mientras su corazón se partía en pedazos, poco a poco. Dejó el teléfono sobre la mesa mientras se levantaba de esa silla que parecía apresarla. Miró su reflejo en el espejo pensando en qué se había equivocado, qué había echo mal para que todo aquello estuviera pasándole a ella.

Un grito de fuera de esa habitación la sacó del silencio en que estaba sumida hacía rato. Escribió su historia en un papel mientras con un mechero a un lado esperaba para quemarlo. Sus compañeros de instituto decían que había cambiado, que ya no era la chica feliz que corría por los pasillos para no llegar tarde a clase, todos decían que había perdido la sonrisa.
El chico la había ignorado y seguía haciéndolo.
Ella estaba harta. Él era un cobarde. Ella no sonreía. Él la olvidaba con otras a las que no quería. Ella lo quería. ¿Él la quería?
Ella se quedaba quieta, en su cuarto, de pie, al lado del espejo, esperando algo, que él la llame, una simple llamada de esa persona llena de arrepentimiento y amor.

Pasaron muchísimos años, y ella consiguió olvidarlo, no sabía nada de él desde aquella época y no pensó jamás en volverse a enamorar, pero un día vio a un hombre sentado en el banco de la plaza donde ella diariamente se tomaba su zumo de naranja y su sándwich para merendar, esa cara le parecía familiar. Decida por averiguarlo, se acercó, y puedo reconocerlo, era él, después de tantos años pocas cosas habían cambiado. Ella pasó por delante, con su libro favorito entre sus brazos, aquel libro que había escrito plasmando su historia de amor. Él, sin pensárselo dos veces pronunció su nombre, acto seguido le dijo, espera, no te vayas, necesito hablar contigo, ella se quedó inmóvil, fuera de sí, se dio la vuelta y se dirigió a él. Se sentaron juntos y conversaron horas y horas, hasta que él le dijo todo lo que quería decirle desde hacía mucho tiempo: te amo, dijo, siempre te he amado, jamás pude olvidarte, siempre supe que tú eras el amor de mi vida, pero jamás me arriesgué a hablarte por miedo al rechazo, fui un estúpido abandonándote de esa forma y por haberte dicho semejantes cosas, perdóname. Pero no, no pasó lo que todos estáis pensando, ella sin más le dijo: déjate de palabrerías, tuviste tiempo, mucho tiempo, han pasado más de 45 años, un simple perdón no basta, ya es tarde, demasiado tarde, ahora tú tienes que aprender a olvidarte de mí como yo lo hice contigo, suerte, y sin más se fue.

viernes, 30 de mayo de 2014

Te lo advertí.

Si eliges estar conmigo tienes que saber que mi autoestima sube y baja muy a menudo, y que con una simple palabra me puedes hundir.

Y siempre tengo que acordarme de ti, porque para mi no existe nadie más.

Noches como esta en las que el frío y tu ausencia se mezclan para recordarme que no te tengo. Que imposible se ve olvidarte y lo lamento, te mencioné que te amaba mil veces pero aún me quedaban otras mil más.¿ Cómo es que tu presencia es sólo un recuerdo de que estoy sola?. Y lo que antes me enamoraba, como tu aroma, no es más que algo que agregar a mi lista de cosas a evitar. ¿Por qué todo se marchitó como las flores que nunca me obsequiaste?. Ahora mi cama se siente gigante y la esquina que tomabas está llena de lágrimas. Espero que vuelvas, todos los días, abrazada a mi almohada lo deseo con todas mis fuerzas, pero se que no será así, entonces cierro los ojos y río de cuantas horas he desperdiciado pidiendo deseos a estrellas que han muerto hace siglos. Espero que cuando me veas recuerdes que eres sólo mío .
Cuando alguien más te bese, espero veas mis ojos en ella, llenos de lágrima y de ira. Te amo y te amé todo este tiempo, pero que lástima el no ser perfecta. Dime ahora quién va a poder besarte con la misma pasión que yo lo hacía, con las ganas de arrancarte la ropa y ver tu ombligo en tu cuerpo perfecto.
¿Habrá ahí alguien más que se atreva a bajar y tocarte como yo lo hacía? Si la hay, por favor no la encuentres.

lunes, 26 de mayo de 2014

Y aunque te hayas ido, y el tiempo haya pasado, yo, te sigo amando igual.

Muchas personas podrán pensar que lo elegí a él por su físico, por sus ojos, por su sonrisa, pero lo cierto es, que me enamoré de él por su forma de ser, por quererme, cuidarme y mimarme siempre, por mirarme siempre de esa forma, por entenderme, por estar ahí siempre, simplemente por ser él, por como éramos juntos, por esa maldita perfección que aún me atrapa, y por mucho que quiera mi mente, mi corazón te seguirá amando a pesar de todo.
Tus textos,AFJ.

lunes, 5 de mayo de 2014

No fue el momento adecuado, pero sí con la persona adecuada.


Nos equivocamos de concepto.


Las cosas cambian, las personas cambian, a veces no está de más dar oportunidades.

No puedes, dijeron.
Pero una vez más, se mantuvo fuerte, sacó todas sus fuerzas y lo consiguió, demostró que nada es lo que parece, porque si no lo consigues a la primera, puedes conseguirlo a la segunda, a la tercera o cuando puedas, no importa cuando, importa que lo hagas, y les demuestres a todos esos ineptos que te dijeron ''no puedes'', que no tenían razón, porque la satisfacción que se siente al conseguirlo es indescriptible.

sábado, 19 de abril de 2014

Las relaciones perfectas existen, pero se acaban rompiendo.

Ha pasado el tiempo, he conocido gente, pero nada es comparable. Para mí siempre serás tú, siempre seremos nosotros, la mejor pareja, jamás me imaginé que llegaríamos a ser así, dos completos desconocidos, pero al fin y al cabo, todo, tarde o temprano tiene final.

jueves, 17 de abril de 2014

Algún día la echarás de menos.

Cuando no la acaricies, ni escuches su risa, cuando no huelas su colonia ni puedas mirarla a los ojos. Cuando no la tengas para reírte, cuando no te llegue ningún puto Whatsapp más diciéndote que te ama y que duermas bien. Cuando no la tengas para darle muchos besos, abrazos y mimos. Cuando ya no escuches esas tonterías que sólo ella decía. Cuando ella ya no se gire buscando tus labios, entonces, la echarás de menos.

viernes, 11 de abril de 2014

Acción, reacción.

Puedes hacerme daño, pero recuerda, después de hacerlo habrás perdido a la única persona que lo daba todo por ti, a la persona que te apoyaba cuando nadie te defendía, cuando estabas solo, esa persona que te ama y se pasa noches llorando por ti. Cuando la pierdas, entonces te darás cuenta de que solo te hiciste daño a ti mismo, quedándote sin nadie a quien le importes de verdad.

Las cosas cambian, las personas cambian.

Aún guardo todos nuestros recuerdos, nuestras fotos, aquellos textos que me escribías, nuestro vídeos, las fotos que me enviabas, tus regalos, nuestras cosas, todo, lo conservo todo como si nada hubiera pasado, quizás no puedo desprenderme de ellas por lo que significaron en su momento. Se que ya nada es como antes, que nos vemos y parecemos desconocidos, unos desconocidos que se conocían a la perfección y se amaban como nadie lo había echo, aún no me acostumbro a todo esto, realmente lo ignoro porque me parece increíble que nuestra historia haya acabado. Has cambiado y me has decepcionado, pero yo sigo aquí, pensando que en el fondo me sigues amando, que has cambiado de actitud porque me necesitas, espero que no te arrepientas de la actitud que es has tomado y de tu cambio.

miércoles, 2 de abril de 2014

Están aquellos.

Están quienes aman hasta la muerte y quienes esperan la muerte para amar. Están quienes lloran con el alma, y otros a los que el alma les llora. Están los valientes que se enfrentan, y los que tienen que enfrentarse para ser valientes. Están los que leen para escribir, y los que escriben para leerse. Están aquellos que escriben para enamorar, y aquellos que escriben porque están enamorados. Están los que viven cada día como si fuera el último, y quienes esperan el último día para vivir. Están los que anhelan cumplir sus sueños, y los que dejan pasar oportunidades por seguir soñando. Están aquellos conformistas, y los que se superan a sí mismos. Están aquellos que luchan para vivir, y los que viven para luchar. Están aquellos que ayudan a los demás, y los que esperan la ayuda del resto. Están aquellos que piensan en las consecuencias antes de actuar, y los que actúan después de recibir las consecuencias.
Y después estoy yo, esa excepción que vive el día a día.

jueves, 13 de marzo de 2014

Querer demasiado a alguien es un riesgo hoy en día.

Lo admito, me muero de ganas de escribirte, de mandarte un mensaje para saber de ti, pero...¿y si te lo tomas a mal? ¿Y si me vuelves a insultar y a decir todas aquellas cosas? ¿Y si te molesto? ¿Y si no quieres saber nada de mi? ¿Y si tú estás pensando lo mismo que yo y por eso haces como si no existiera?
Ojalá pudiera saber lo que estás pensando, ojalá se desvanezca tu orgullo y vuelvas a ser la misma persona que eras antes, ojalá vuelvan nuestras preciosas conversaciones hasta altas horas de la noche, ojalá vuelvas con tus besos, tus abrazos, tus mimos...ojalá regreses algún día y tu amor por mí gane a tu orgullo.
Tus textos,AFJ.

martes, 11 de marzo de 2014

Piensa antes de actuar, o te arrepentirás de tus hechos.

Y no, no hay versos ni besos para ti. No hay abrazos y esperas, no hay lágrimas, sueños o premoniciones. A ti no te veo, a ti no te quiero, tú no estás en mi libreta ni en mi almohada, es más, me alegra que hayas escapado, que te hayas perdido de mi vida. Que me hayas dejado aquella mañana con las manos vacías. Contigo no tengo prisa de nada. Eres la manera que tiene el universo de decirme que todo es posible, incluso, que los muertos revivan como es tu caso. Tú no estás en mis letras, a ti no te rodea mi magia, no tocas mi corazón, no erizas mi alma. A ti no te dejo entrar, a penas te abro una rendija bajo la puerta para que te asomes y descubras un mundo en el que no vives, porque una vez estuviste dentro y corriste, huiste sin mirar atrás. Hoy no estas, hoy sólo espías, hurgas, miras lo que no quisiste y hoy… hoy no te lo voy a dar.

miércoles, 5 de marzo de 2014

No te guardo rencor, simplemente no sé como olvidarte.

Conseguí todo lo que algún día soñé, lo conseguí sola, con mis propios méritos. Ahora soy tan feliz que me doy envidia. Todo pasó cuando te alejaste de mí, no confiaste en mis palabras: ''he cambiado'' - dije, TODO había cambiado, incluso tú, nosotros... Cometí el error de dejar todo por ti, y tú no valoraste nada, dejé de lado mis amistades, mi felicidad, para dedicarme a ti, a tu felicidad y no sirvió de nada. Si estás leyendo esto, quiero darte las gracias y pedirte que vuelvas a ser el mismo chico del que me enamoré, quiero que sepas que sigues presente en mis pensamientos, día y noche, aunque tu ausencia permanece, y espero verte en un futuro y saber de ti.
Siempre pensaré que éramos perfectos, tal para cual.
Y por último, te pido que no me olvides, que me recuerdes pase lo que pase, y hables bien de mi.
4ETA; 23.08.06.0.08.13/12 - 13.12/13.

lunes, 24 de febrero de 2014

Historias en carne y hueso.

 Había una vez, una relación amorosa perfecta, era amor, complicidad, amistad, felicidad...sólo se necesitaban el uno al otro, daba gusto verlos juntos, tan enamorados, se protegían y se cuidaban, eran esa pareja que todos envidiaban y deseaban tener algún día, estaban siempre juntos, amándose como el primer día. Eran la típica pareja que pensabas que iban a llegar lejos, juntos, que eran inseparables pero todo cambió...
 Todo empezó un verano, sus miradas se cruzaron, no se quitaban el ojo el uno al otro, un amigo los presentó, fue el primer contacto, se tenían tan cerca que ninguno creía que estaba pasando en la realidad, ambos recordaban aquel día con todo detalle. Estuvieron unos meses sin saber nada el uno del otro, pero poco a poco fueron recuperando el contacto, conociéndose mutuamente y riéndose de todas las cosas que tenían en común, hasta que el destino decidió juntarlos, ambos tenían un deporte en común, el mismo que permitió que se conocieran en aquel verano, se notaba la complicidad que emanaba de ellos, y lo inevitable se hizo evidente, quedaron un sábado por la tarde con unos amigos y cuando tuvieron un momento de intimidad, él la besó, ese beso fue el primero de muchos, el más mágico de todos. Pasaron los días, las semanas, los meses y ellos seguían juntos, coleccionando recuerdos, besos, abrazos, caricias, experiencias nuevas...tenían una relación tan intensa que parecía irreal, era la pareja más bonita de todas. Ella lo amaba con locura, y él a ella más si era posible, tenían un futuro juntos planeado, mil promesas, mil sueños que pensaban que se harían realidad. Pasaron los años y nada cambió, ellos permanecían unidos, como uña y carne, felices, parecían la misma persona dividida en dos, hasta que una mañana, sin motivos aparentes, él la llamó por teléfono, la llamó para decirle que todo había acabado, que había sido todo una gran mentira, que hacía tiempo que no la quería y que lo mejor para los dos era que se separaran, ella no lo aceptó, lo amaba con toda su alma, le había roto el corazón con aquellas palabras, pero ella seguía ahí, intentando que todo volviera a ser como antes, pero para él, aquella chica que lo había sido todo, no era nada, hasta que llegó el momento en que no se hablaban, prácticamente se odiaban, ella sabía que antes de que todo pasara estaba hundida, pero aquello fue la gran gota que colmó el vaso, se había creído todas sus mentiras, y se había ido, sólo. Ella se dio cuenta de que tenía que ser fuerte, tenía que ser feliz sin él, aún era joven, le quedaba mucho por vivir y así lo hizo, se levantó y volvió a ser la chica que era antes, era incluso más feliz, pero le faltaba algo, mejor dicho alguien, aunque se dio cuenta de que no era la clase de persona que ella pensaba, se llevó la mayor desilusión. El tiempo pasó y ella aprendió a vivir sin él, sabía que nada sería semejante, lo sabía, pero simplemente pensaba en vivir, sabía que ella valía la pena y él algún día se daría cuenta, pero a lo mejor cuando eso pasara ya ella no estaría ahí, esperando su regreso, pero había una cosa que no podría olvidar jamás, la última vez que lo vio, las últimas palabras que pronunció, cuando ella intento hablar con él para que pensara las cosas, ella se levantó, dio media vuelta y cuando intentaba irse, él pronunció su nombre, ella se quedó inmóvil de espaldas a él y le dijo, se feliz, ella sonrió de manera irónica mientras le bajaba una lágrima por la mejilla, mientras se alejaba sin mirar hacia atrás.

jueves, 13 de febrero de 2014

Pido esto, pero contigo.

Podría llevarte lejos, ahorrar un año, conseguir dinero en meses o tomar prestada –sin previo aviso- una tarjeta de crédito y llevarte lejos. Llevarte a lugares que no has conocido y que quieres ver, ir a lugares únicos y poco pisados por el hombre, recorrer restaurantes -sé cuanto disfrutas comer-, probar delicias culinarias, comernos el mundo. O podría acercarme a ti unos centímetros, llevarte a un lugar conmigo, mostrarte partes mías que nadie más ha conocido, recorrer tu cuerpo suavemente hasta conseguir erizarte la piel, llevarte a probar mis labios, comernos -vulgarmente hablando-, recordarte que vives y no sólo existes; llevarte lejos… Lejos, pero conmigo.

martes, 11 de febrero de 2014

Y aquí estoy, luchando por la supervivencia en esta sociedad de imbéciles.

Mi vida ha dado un giro de 270º en sentido positivo, me siento orgullosa de estar donde estoy, no lo hubiera conseguido sin caerme unas cuantas veces por el camino para darme cuenta de como eran las cosas realmente y saber como actuar, que actitud tomar. La vida no es fácil, tropezar nos da una lección, nos enseña. Es cierto eso que dicen, tu edad no define tu madurez, la definen los hechos. A veces, necesitamos perder personas, cosas que apreciábamos, para obtener una recompensa, al principio  cuesta hacerse a la idea de que perder algo te va a hacer ganar el doble, pero así es la cruda realidad. Jamás hubiera pensado que mi vida sería así en este preciso momento, pero la vida misma nos sorprende y creo que por una vez en la vida, puedo decir, afirmar y confirmar que soy totalmente feliz, después de todos mis esfuerzos logré ser feliz, y ser el motivo de mi felicidad. 
Pregunta del millón: ¿Qué debo hacer para ser feliz?
Respuesta: Darte cuenta de lo que tienes. 
 
Tus textos,AFJ.

El lobo será siempre el malo si sólo escuchamos a Caperucita.


lunes, 10 de febrero de 2014

Formas de desahogo.

Escribir es una forma de terapia. A veces me pregunto cómo se las arreglan los que no escriben, o los que no pintan o componen música, para escapar de la locura, de la melancolía, del terror, pánico inherente a la condición humana.

¿Por qué nos cuesta tanto pronunciar estas palabras cuando los sentimientos son verdaderos?


Me perdiste, y jamás volveré a ser tuya.

Te encantaba jugar con ella, ¿no?. Te encantaba ver como buscaba cualquier excusa para hablarte, ¿no?. Te encantaba tenerla ahí para cuando querías, te gustaba que te hablara bonito, cosa que raramente tú hacías. Quiero que sepas que me das mucha lástima, porque sabes que es una gran chica, sensible, graciosa, simpática, y los más importante, te quería mucho, te quería de verdad y la perdiste por idiota, no te das cuenta de que se te está yendo y no va a volver, ya está cansada de tus estupideces. Cuando se fue notaste en ella miles de virtudes que las demás no tenían y que no te diste cuenta de ellas cuando aún estaba a tu lado, la viste feliz en tu ausencia y eso te dolió. La viste teniendo miles de oportunidades para estar con otros chicos pero no, no quería estar con ninguno que no fueras tú, porque ella a pesar de todo y a diferencia de ti te respetaba. La verás pasar y vas a escuchar: que buena está esa chica, y tú ahí, con tu cara de idiota, verás que te darán ganas de irte a la mierda. Y cada vez que vuelvas a estar con una chica estarás pensando en ella, te estarás imaginando que estas besando sus labios y la piel de la gran chica que perdiste. No la sacarás de tu cabeza, comenzarás a desesperarte y, ¿por qué?, porque sabes que no es fácil que vuelva después de todo lo que le hiciste, y te arrepientes de tu estúpido comportamiento, porque lo que se va no vuelve, y menos si es una chica como ella, menos si lamentablemente la chica que perdiste fui yo.

martes, 4 de febrero de 2014

El primer amor jamás se olvida.


Me encontré con la única carta que me diste; entre cada palabra, cada renglón sentía el amor que alguna vez fue de los dos. El amor nos hace mentir, es un arma letal, pues creemos que existe la eternidad… Ahora que lo pienso esa eternidad a tu lado fue hermosa aunque sólo haya durado meses; la eternidad no se mide en tiempo, se mide en sentimiento.

Somos una sociedad insatisfecha.

Tuve un mal día, dice alguien que sacó un 3 en un examen…
Dile eso a los millones de niños y jóvenes que en lugar de estudiar se ven obligados a trabajar en condiciones infrahumanas.
Odio mi cuerpo dice alguien con unos kilos de más (según estúpidas convenciones sociales):
Dile eso a quienes no pueden ver, caminar, oír, o hablar.
Odio mi trabajo.
Dile eso a quienes tienen hijos a los que les duele el hambre porque sus padres ni siquiera pueden ofrecerles un plato de comida.
No soporto tener insomnio dice alguien que no pudo dormir una noche por pensar demasiado.
Dile eso a quienes el dolor físico los mantiene despiertos cada noche.
Mis padres no me entienden.
Dile eso a los huérfanos que darían lo que sea para un abrazo más a los suyos.
El amor de mi vida me dejó.
Dile eso a quienes no hayan amado nunca y darían lo que sea por experimentarlo aún sabiendo que terminará.
Vivimos en una sociedad tan acostumbrada a quejarse por lo que no tiene que olvida ser agradecida con todo lo que la vida les brinda.
Alguien podría escribir sobre esto mejor que yo, con más talento o mejor expresión, reflexiono mientras escribo este texto sumandome a la gran cadena de insatisfechos.
Y luego pienso:
Dile eso a las millones de personas a las que estas situaciones tan dolorosas de la vida ni siquiera les importan.

jueves, 9 de enero de 2014

Pase lo que pase, no pierdas la sonrisa.


Los recuerdos hacen más daño que la ausencia.

Cuando eres adolescente crees haber encontrado al amor de tu vida, ese con quien aprendes a besar, a querer, a valorar, a reír, a llorar, aprendes a amar, aprendes tantas cosas, pero lo malo es cuando tienes que aprender a olvidar...Todo iba bien y de pronto por una u otra razón, tu corazón está echo pedazos, tienes dieciséis y ya conoces el dolor, la decepción, la desilusión.  Lo que creíste que iba a ser la mejor etapa de tu vida se convierte en un tormento, a esa persona que amaste, ahora crees odiarla. ¿Qué ha pasado? Las mariposas se volvieron en dolor de estómago, las sonrisas se vuelven lágrimas y los mensajes de buenas noches en insomnio. No estás sola, pero no ves a nadie contigo, a la única persona que quieres ahí, se ha ido, ya no está y no va a volver, te aferras a él y estás tan cegada que no te das cuenta de que nada va a servir...Pasan los días, los meses, y ahora ya eres capaz de fingir una sonrisa, de hacer como si nada pasara, pero sabes que en cuanto estés sola, los recuerdos van a bombardearte y vas a terminar sin fuerzas, llorando en tu cama, abrazando ese peluche que aún tiene su olor, contemplando la primera foto juntos que guardabas bajo la almohada, rota en dos por un arranque de coraje, y una cinta uniéndola con un aire de nostalgia. Maldices haberlo conocido, maldices cada momento juntos, cada sentimiento, cada mirada y cada mínima cosa que forma parte de su historia, los maldices pero sabes que en el fondo nunca vas a dejar de amar cada pequeño detalle. Es una guerra entre tu mente y tu corazón, un día lo odias, un día lo extrañas y al otro lo amas, parece ser un ciclo sin fin. Una y mil preguntas rondan tu cabeza a cada momento, preguntas que no puedes responder. Te niegas a seguir adelante, ''yo lo voy a esperar, algún día va a volver'' te repites una y otra vez, te lo has repetido tanto tiempo que ya te resulta difícil creértelo pero algo adentro de ti te pide no darte por vencida. Se han ido muchas oportunidades, pero ellos no son él, nadie es él. ¿Cómo harás para seguir adelante si en cada oportunidad que tienes buscas algo de él? Te niegas a escribir una nueva historia por esperar un continuará que tal vez nunca llegue. Pasa el tiempo, has querido de nuevo pero sabes que nunca vas a amar a alguien como lo amaste a él, has logrado ser feliz pero cada fecha importante te recuerda a él. No lo has olvidado, simplemente has aprendido a vivir sin él.

Tustextos,AFJ.